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¡ATENCIÓN!
Si lees algo y lo vas a leer hasta el final y/o si te sirvió de algo una vez leído lo que escribí, o transcribí, o traduje (para bien o para mal)
sería muy bueno si dejaras tu huella entre los comentarios... aun que sea nada más que tu nombre, tu país de origen y/o posiblemente una página que tengas (ya sea blog, flickr, fotolog etc..). Todo lo de más (como opiniones, especificación de "para que me sirvió esto" y de más detalles que creas relevantes) será bienvenido, pero con lo antedicho yo ya me conformo. Muchas Gracias! (:
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domingo, 14 de junio de 2009

Mi Mente


Esencialmente Yo



Sí, soy un hijo de puta! Que novedad!

Lo soy en el alma. En lo más profundo de mi ser soy un gusano con la mente podrida! NO imaginas ni lejanamente lo que pienso de las personas que me rodean. Mi mente va por si sola…
¿Alguien tiene acaso el control de sus pensamientos?

Yo no hago ninguna excepción: ellos nacen sin que nadie los invoque, fluyen sin que nada los contenga, se superponen, hacen ruido. MUCHO RUIDO.

Son crudos! Hablan, sugieren, imponen, destruyen, vuelven a armar, critican! Critican mucho! No tienen piedad mis pensamientos a la hora de criticar. Y lo hacen constantemente.
Se ríen de la gente! De sus defectos más inimaginables! Se ríen de las imperfecciones!
Se ríen de defectos físicos,
Formulan chistes estúpidos, racistas, clasistas,

Se ríen de la estupidez mis pensamientos...

Mis pensamientos juzgan, proponen soluciones, emiten veredictos, sentencian.
Son sucios mis pensamientos! Muy sucios! Mi imaginación tiene rayos X, mis ojos escanean constantemente su campo visual y hay un tipito ahí, verde, que medio distraído decide qué imágenes guardar y cuales olvidar de inmediato. Desde ahí el enanito escanea cuerpos, escanea almas, analiza datos, junta información! Ahí de vuelta, detrás de él, los pensamientos! Le roban las imágenes! Las distorsionan, las cambian, le agregan trozos de otras imágenes! Muy hábiles son mis pensamientos a la hora de hacer collages.
Pensamientos incontrolados! No se de donde vienen pero cuando los puedo agarrar (tengo todo un equipo de guardias especializados por las calles de mi mente) cuidadosamente los hago encerrar en una gran sala. La sala del caos… ubicada en la zona de mi mente en donde se forman las opiniones.




El subsuelo, Salón del Caos



El subsuelo, Salón del CaosNadie cuerdo y que quisiera permanecer tal querría entrar en la sala del caos siendo esta la zona más marchitada de mi alma (si es que alguna vez tuve una).
Hay olor a podrido en la sala del caos! Olor a muerte de viejos pensamientos olvidados en fase de descomposición! De no ser lo suficientemente fuerte la cruda, verdadera y sincera dureza de las ideas que allí se anidan podría terminar a fuerzas de arañazos con tu autoestima (si alguna vez tuviste alguna), hacer pedazos tu sensibilidad y acabar con tus ganas de seguir viviendo (en algunos casos).
Cálculos, fríos y exactos; Estimaciones; Fallos; Planes perversamente retorcidos; Posibles venganzas a posibles ofensas; posibles respuestas a posibles diálogos; posibles insultos a posibles provocaciones; ficheros… muchas fichas de cada una de las personas que el enano verde ha escaneado (ya sea parcialmente, o completamente) están apiladas en un rincón de la sala del caos... a veces se pierden las fichas, otras se mezclan. Pasa que hay un viejo gordo y cansado que es encargado de recopilar la información y siempre cambia las cosas de lugar. Se mezclan muchas cosas en el gran salón del caos.. Todo negro, oscuro y confuso.

La sala de las decisiones tiene un observatorio con un gran ventanal que da sobre el salón del caos! Visto desde arriba, el salón, se ve desagradablemente interesante y desde ahí mis 8 neuronas escrutan minuciosamente cada uno de los pensamientos que van corriendo y chocándose contra las oscuras paredes; desde ahí se ven todas las imágenes que llegan y sus respectivas distorsiones; se ven luces de colores con los respectivos rastros que dejan detrás de si y masas babosas y fermentantes. Arriba, en el techo, hay una especie de gran diafragma como el de las cámaras fotográficas, es una válvula que está casi constantemente abierta desde donde caen los nuevos pensamientos, y las nuevas imágenes.

Y detrás del ventanal están mis 8 neuronas monitoreando y tomando nota de los sucesos.

Como ya dije hay un gordo viejo en el salón del caos que es el encargado de ordenar las fichas y llenar los ficheros de las personas con los respectivos pensamientos que les corresponden. De la misma manera hay otros empleados con características diferentes y a cada uno de ellos corresponde una determinada tarea.

Así como uno se encarga de apilar datos sobre personas; hay otro, muy esbelto y ordenado, que se ocupa de recopilar la información topográfica; un jorobado medio ciego muy desprolijo que guarda imágenes y siempre confunde entre reales y distorsionadas (igual son bastante hábiles mis pensamientos en distorsionar… logrando muchas veces cosas bien grotescas); hay uno que no viene casi nunca a trabajar y es el encargado de gestionar las cosas que tengo que hacer calculando tiempos y presionando los teclados del ansia a según de cuanto falte para que venzan los plazos.

En fin cada quien organiza lo suyo en el gran salón del caos para luego poderlo mandar al depósito…




El Subsuelo, Depósito



El Subsuelo, Depósito...Cada quien, como decía, organiza lo suyo en el gran salón del caos para luego poderlo mandar al depósito en donde hay kilómetros y kilómetros de pasillos laberínticos entre los cuales se guarda, con un cierto orden que sería muy largo de explicar, cada pensamiento, cada opinión, cada imagen. Pocos son los que se descartan y se eliminan sin ser guardados ya que hay un grupo de estudiantes en mi mente que se ocupa del autocrítica y el conocimiento sobre mi mismo y los mecanismos que provocan malestares, ansiedades y tristezas, así como felicidades y euforias al fin de entenderlos y controlarlos dentro de lo posible.
Este equipo necesita revisar y analizar todos los días desde la más trivial hasta la más podrida de las creaciones de mi ser.
El depósito, si bien sigue en el subsuelo, es una de las zonas más concurridas de mi mente.


El salón y el deposito, como un atento y sagaz lector habrá entendido de por sí, son áreas restringidas, situadas en el subsuelo, cuyo acceso solo y apenas está permitido a mi mismo o, mejor dicho, a mi personal.
Yo solo puedo ver desde el ventanal siendo mis neuronas mis ojos adentro mío.



Un piso más arriba del depósito (y ya en planta baja) está el laboratorio...




Planta Baja



Planta BajaUn piso más arriba del depósito (y ya en planta baja) está el laboratorio.
Sobre el laboratorio da una pequeña ventana tipo ojo de buey.
Ahí los pensamientos vienen analizados por personal racionalizado que se encarga de evaluar su coherencia, averiguar sus orígenes, medir los porcentajes de afinidad con la realidad y sellarlo como “apto” o “no-apto” para el envío al taller (el sello no dependerá del pensamiento en si, si no de las actividades que en el taller se estén dando).


El Taller, anexo al laboratorio, es el lugar en donde se lleva a cabo la fusión de pensamientos. Se lo usa, por ejemplo, para mezclar imágenes al fin de graficar en mi mente algunos conceptos que de otra forma no podría ver con la misma claridad. Largas tareas de análisis también se llevan a cabo en dicho taller y muchos productos del taller forman parte de lo que hago y soy. Este mismo texto y las imágenes que sugiere son un fruto reprocesado del taller.
La mayor parte del tiempo éste funciona regularmente formando potenciales opiniones sobre las cosas o, a partir de información recolectada, armando teorías verosímiles a preguntas sobre el mundo que me rodea. En el caso de no poseer la suficiente cantidad de información, los pensamientos incompletos se envían a una sala de reconversión en donde estos vienen procesados y transformados en preguntas para luego ser dejados caer en otra gran sala: la plaza de las preguntas.
Todas las demás creaciones del tallar se vuelcan nuevamente en el salón del Caos donde las 8 neuronas revisan los resultados y evalúan su almacenamiento o reprocesamiento.

El taller es una zona bastante inaccesible en donde el principal control en realidad está en manos de un tirano que me habita (de ello la música de fondo en la foto anterior que retrata un ámbito que pertenece a dicho sujeto). Este tipo es lo más ínfimo que exista en mi y tengo varias sospechas de que sea él quién, en un laboratorio cuya existencia y ubicación en mi planta mental desconozco, fabrica todos esos pensamientos a cuya origen no puedo dar una explicación.
Lo que sí se es que en el taller, al igual que en su laboratorio oculto, también debe dar renda suelta a su perversión mezclando lo peor de lo recolectado en el depósito y generando pensamientos que harían sonrojar a Bin Laden.
Amo a mi tirano; me hace reír con sus creaciones, me hace pensar, me enciende luces de alerta… me sugiere.

La diferencia entre el taller y el laboratorio secreto es que mis 8 neuronas tienen poder de decisión sobre qué temas se deben procesar en el taller.

Siendo que desde el observatorio, las 8 neuronas, pueden visualizar el gran salón del caos (como se ve en la foto) y la plaza de las preguntas, a partir de lo que ven, se juntan a deliberar sobre que actividades se desarrollaran en el taller y luego vuelven al observatorio para analizar los resultados para volver a deliberar una y otra vez.

Dicho lo antedicho (y valga la redundancia) pasaré a comentarles que, en la sala de las decisiones es donde se empiezan a conformar mis opiniones verdaderas sobre las cosas.
Las 8 ya celebres neuronas, no solo se dedican a monitorear los sucesos en los subterráneos de mi alma si no que también toman registro de los hechos más relevantes (y eso ya pasa a ser voluntario) para luego reunirse con el gran consejo de las opiniones en donde las neuronas se congregan con algunos concejales. La asamblea está presidida por mi consciencia misma y allí se debate sobre todo lo ocurrido en los segundos anteriores.




Digresiones


Digresiones ...Hay que considerar que, como en todas las cosas diminutas, los tiempos en mi cerebro son muy rápidos. Consideren la diferencia entre la velocidad con la que mueven las alas de una mosca y la velocidad del movimiento de las alas de cualquier ave. Siempre van a notar que cuan más diminuto el organismo, más rápido será con relación a sus similares en mayor escala. Probablemente esto se deba a que un impulso nervioso, para llegar a las terminaciones, debe recorrer mayor espacio en los seres más grandes y es por eso que un mismo movimiento requiere de más tiempo para ser llevado a cabo. Pero más allá de eso (no soy biólogo). Los organismos más pequeños también difieren en la durada de sus respectivas vidas. Yo tengo la creencia de que cada quien tiene la misma sensación temporal con respecto a sus movimientos y su existencia y en base a la relación: “más lento que nosotros” y “más rápido que nosotros” es que determina si algo ocurre lenta o rápidamente. Por eso me imagino que para una mosca los seres humanos deberíamos parecer como tortugas y a las tortugas debemos parecerles como moscas. Sin embargo a los tres, llegados los últimos momentos de nuestra vida biológica (excluyendo por ende la muerte por enfermedad u otra fatalidad) nos parecerá haber vivido lo mismo. Claramente son teorías.. Pero estoy persuadido de que debe ser esa la razón (o algo que anda por ahí) que determina que, visto desde mis neuronas, ellas se reúnen con mi conciencia muy de vez en cuando... pero ese “de vez en cuando” llevado a nuestra realidad, es varias veces por minuto.
Claramente esto es a nivel general porque también ha habido asambleas que hasta en la vida normal pueden llevar horas. Pero son casos excepcionales que no es menester analizar en este momento.

Pido disculpas por la digresión pero hay que entender que más pisos se suben, más articulado es el problema, menos fácil es de explicar con un discurso lineal y más probable es que me vaya por las ramas! :P



Pisos Altos



Pisos AltosEn la asamblea, como venía diciendo, no solo se toman decisiones muy importantes si no que se selecciona cuales elementos del gran salón del caos y de la plaza de las preguntas se deben extraer para ser analizados seriamente. Si bien todos los elementos de esas dos salas en algún momento vienen tomados en consideración, hay muy pocos de ellos que sintetizan con cierto nivel de coherencia lo que mi conciencia estima como “equilibrado”. Y creo que esa palabra es reveladora.
Hay que aclarar que los concejales se dividen entre:
_Custodios de mis recuerdos (nunca hablé de un depósito de recuerdos pero también lo hay*),
_Guardianes de mis ideales (que son los principios que por una u otra razón he determinado como superiores e inalienables por su grado de coherencia y justicia)
_Administradores de mis opiniones** (que son ideales en fase de discusión y pasibles de transformaciones. Están destinados a ser revertidas, o volverse ideales o creencias, o quedar en el limbo eternamente)
_Las ocho neuronas que cumplen función de relatoras de lo que ocurre en la parte más podrida de mí. De alguna manera son las involuntarias representantes indirectas del Tirano.

Volviendo al tema del equilibrio, en la asamblea se hace un balance de todas las cosas que concurren a definir un determinado concepto o idea y a partir de un debate en donde todo se dice, todo se evalúa y todo se pesa, mi conciencia decide cual va a ser la conclusión última de todo. Se genera así una nueva opinión. A veces ex novo, otras modificando una preexistente y otras eliminando antiguas cuan retrogradas convicciones que vuelven a ser recluidas en el salón del caos o almacenadas en los depósitos del subsuelo.

Los administradores de las opiniones, al cabo de cada asamblea, suben al piso de arriba a reordenar sus objetos de administración y prepararlos para el envío al taller de decorado o comité de censura.









*aunque, estando éste anexo al depósito de los pensamientos, hay zonas donde el tirano se entretiene a mezclar recuerdos con pensamientos.
**Para ello, un piso más arriba de la sala de las decisiones está el depósito de las opiniones que se desarrolla en vertical por encima de la sala de las decisiones.






Comité de Censura



Comité de CensuraEl comité de censura es un organismo compuesto por una serie de analistas que evalúan el contexto sociocultural en el cual mi cuerpo exterior se está desenvolviendo y en función de ello determinan de qué manera y cuales de las opiniones que he almacenado van a ser expresadas hacia el exterior. Ya sea por medio oral, gestual o actitudinal.


La creación de este comité se debe a un viejo estudio que terminó demostrando que no todos perciben las cosas de la misma manera. Muy básicamente:
No es lo mismo decirle “hijo de puta” a un Argentino que decírselo a un Colombiano. Para los que no saben, he tenido y tengo amigos de ambos países y lo que en Buenos Aires suena como una acotación jocosa denotante cierto nivel de envidia por parte del emisor de tal sentencia con respecto al receptor, en Bogotá es un insulto muy grave capaz de herir los sentimientos de una persona.

Como decía, la percepción depende del contexto cultural y de todos los preconceptos que la persona que tengamos en frente lleva consigo y por esa misma razón (dado que, por razones reconducibles al destino, me he debido mover en contextos muy heterogéneos) para mi los nombres de las cosas en sí no tienen ninguna importancia ni espesor (por eso no soy muy amigo de los lenguajes técnicos) si no que lo que importa es qué concepto transmite esa palabra a según de quién la escuche. La idea es que los conceptos siempre lleguen tal cual lo concibe uno mismo y por ello el comité de censura es algo que opino absolutamente necesario y es un filtro que determina que palabras se deberán usar y que explicaciones se deberán dar al fin de amoldar mi lenguaje a la persona que tengo frente a mi (con resultados a veces más y a veces menos ‘fracasosos’).


Yendo a la práctica, el comité de censura determina, a según del contexto, para hacer un ejemplo, si con relación a una persona de sabidas creencias judías, que maneja tacañamente su dinero, yo elija decir:

“Judío tenía que ser”, o “Me extraña que sea judío” (dicho con mucha ironía)

¿Sonó mal?


Cambiando el grado de censura podría elegir decir esto otro:

“me rehúso a creer en las generalizaciones, cada individuo es una historia parte… sin embargo este tipo se inserta en el perfil del típico judío tacaño”

¿Sigue sonando raro?

Otra:
“No quisiera sonar racista pero justo es Judío.
Jaja, por algo será que tienen tanta riqueza estos tipos! Es una cultura que lleva generaciones aprendiendo, entre otras cosas, a administrar sus pertenencias. Al contrario de todas las de más es la que más pudo permanecer compacta y fiel a sus principios a pesar de estar tan disgregada, la verdad que es admirable. No me parece negativo y, es más, encuentro lógico, que sean propensos a acumular riquezas o administrar bien sus recursos. Seguramente es por eso que tienen tan mala fama: porque la gente no sabe relacionar las cosas: hubo épocas en que veía por un lado que se enriquecían y por otro que parecían egoístas.. cuando en realidad son uno la razón del otro: Tienen muchas cosas porque cuidan hasta la última migajita de pan porque saben por cuestiones culturales, que el pan entero está compuesto por todas esas migajas.
Pero claramente al racista no le importa ser preciso y generaliza con un estúpido: “los judíos son todos tacaños”

¿Sigue extraño? .


Cuestiones de percepción



Cuestiones de percepción ...siguiendo con los ejemplos anteriores, la última:
“No me gusta hablar generalidades. Menos si es a propósito de cosas que no conozco pero creo tener una teoría muy general sobre por qué se dice que los judíos son tacaños. En realidad esto no abarca mi experiencia porque no es algo que haya percibido en ninguno de los casos a mi más cercanos. En uno particular lo único que percibí es que es gente muy trabajadora, organizada y cuidadosa a la hora de ahorrar sus ganancias. Actitud muy admirable y envidiable, pero es el caso particular de una persona y de un caso en individual no puedo sacar ninguna conclusión general. Más allá de esto, creería que el hecho de que por lo general tengan buenos recursos económicos (y digo esto porque si se dice mucho, en algún aspecto por más mínimo y anacronístico que sea, debe ser verdad) sea justamente el resultado de esta actitud tan responsable que quizás no sea solo una característica de mi amiga (que sin embargo nunca me pareció tacaña) si no que podría ser algo cultural. Si fuera cultural sería lógico entender porque siempre los judíos fueron comúnmente reconocidos como gente con buenos recursos económicos. Si lo laborioso, el ahorro y la capacidad de ser buenos comerciantes (herencia tal vez de las tierras que un tiempo fueron propias) fueran características culturales no sería nada sorpresivo que a lo largo de la historia y en los diferentes contextos esta actitud llevase a resultados y apariencias similares.
Todos sabemos que el mundo está plagado de personas cuya flojera mental les impide hacer 2+2 y se dejan guiar nada más que por las apariencias sin relacionar nada con nada y seguramente debe haber sido alguno de estos pobres tipos el que planteó con cierto rencor, la ecuación: Judío=Tacaño. Lo qué quizás sea de alguna manera cierto pero si analizamos el conjunto de lo que hace esa ecuación... me parece, en última instancia, algo más meritorio que degradante.
En fin, igual me parece que ese tipo exagera en ciertos aspectos”



Y así podría extenderme hasta el infinito elaborando cada vez oraciones más largas, complejas y más explicativas hasta llegar a un punto en que ninguna de las partes daría espacio a una interpretación errónea originada por los preconceptos de uno, de su pasado y/o de la cultura occidental y su triste historia (no me explayé demasiado, por ejemplo, sobre lo que pienso del racismo y la xenofobia).

Pero aún así, vuelvan a leer la primera de las frases que formulé y notaran, si siguieron un poco todo lo que escribí, que lo que antes sonaba como algo dicho con cierto rencor, ahora, si cargan esas mismas palabras de todo lo que expliqué en las oraciones sucesivas, hasta se podrá percibir que están dichas no solo con mucha ironía y haciendo alusión a todas esas cuestiones que dije luego si no que dejan traspasar hasta un dejo de admiración hacia el objeto de mi comentario.

En la foto, lo que se ve, es una mega pantalla BLANCA. Claro, de cerca no se ve.
Es evidente que así como no podríamos entender el TODO a partir de un detalle desprendido de su contexto, así no podemos comprender una frase si no sabemos de donde viene y hacia donde va. Cabería aprovechar para hablar de cierta forma de hablar en diarios y noticieros sobre economía o política… pero no es el caso.

En fin, de eso se encarga el comité de Censura y Decoración: revestir un determinado concepto con determinadas palabras con la finalidad de que quien lo recibe reciba lo correcto. En última instancia, el comité evalúa cuan largo sería dar todas las explicaciones necesarias para la justa compranción de lo dicho y tomar en consideración, en algunos casos, si omitir o menos ciertos comentarios.


La música no podía que ser Klezmer! :)





Algunos detalles más




Algunos detalles másTambién soy consciente de que hay gente que se dedica a malinterpretar lo que uno dice tratando siempre de encontrar el lado negativo de lo dicho o hecho.. Por más explicaciones que uno trate de dar siempre van a encontrar que en realidad quisiste decir otra cosa que no era tan buena como "la pintaste" o te van a tratar de mentiroso y van a apelar a recursos casi inexistentes para poder demostrar de que al fin y al cabo uno es un FALSO.
Contra ese tipo de gente no hay nada que se pueda hacer y hasta cierto punto una actitud saludable es llegar a una instancia en donde uno tiene que asumir: “Que piensen lo que quieran.. no le debo justificaciones a nadie más que a mi mismo, mi conciencia y alguna que otra persona que verdaderamente se preocupa por saber qué es lo que estoy pensando”.
Sin embargo también hay que tener presente que todo lo que uno hace o dice de alguna forma es un ejemplo para los demás… Pero ahondar en esto también me alejaría del tema principal.


Igual, antes de cerrar la paréntesis, voy a aprovechar este momento para dar una noticia a este tipo de personas cuya vida está abocada a encontrar la “maldad” en los demás: TODAS las personas que tienen un mínimo de inquietud con relación a la vida, que suelen hacerse preguntas, que suelen buscar respuestas, que son curiosas, que no se cansan de aprender y ponerse en discusión.. Tengo la certeza de que TODAS esas personas tienen un Tirano metido adentro que los atormenta con pensamientos nefastos, ideas diabólicas, planes perversos y cuanta más porquería pueda existir en el mundo de la fantasía. Descubrir que existen esos pensamientos no es ningún hallazgo.
Quiero comentarles a lo señores de la inquisición (así les digo a los que siempre están buscando “donde miente”) que la maldad es algo con que todos tenemos que lidiar. La diferencia no está en tener o no tener pensamientos podridos… si no más bien, en como elegimos convivir con ellos.

Y acá entra en juego un tema de fundamental importancia (Bien y Mal/Bueno y Malo/Justo e Injusto.. etc) lo suficientemente amplio y complejo como para merecer un capitulo aparte y no estar contenido en esta que solo es un análisis sobre la estructura de mi mente.

Volviendo a las frases sobre el Judío (elegí voluntariamente un tema que se que, aunque no debiera, es muy polémico) se dan cuenta que la primera frase se puede pronunciar en un contexto donde todas las demás cosas ya son sabidas y ampliamente compartidas. Y la última oración difícilmente surgiría como comentario en un momento frívolo. En ese caso el comité, analizando la situación, decidirá abstenerse de hacer tal acotación o sustituirla por alguna que considere del mismo valor pero que no necesite de demasiadas explicaciones derivando entonces en temas menos conflictivos: “Mirá que forro”.

Como última cosa vale aclarar que en realidad hay más de un comité de censura a según de los temas a analizar: político, ideológico, musical, sexual, lingüístico, etc etc. A veces hasta se superponen pero jamás entran en conflicto: siempre tiene prioridad el que necesita “censurar” jeje
Y con esto he terminado de describir, fundamentalmente y muy a grandes rasgos, los mecanismos y estructuras principales de mi mente.




Conexiones



ConexionesComo notarán en seguida el único que puede realmente entender lo que estoy pensando (en los términos en que lo hago) soy yo mismo ya que cada oración en mi mente está compuesta por palabras que remiten, más allá de su significado en sí, a una multitud cuantiosa de temas ya resueltos que no necesitan ser explicados a mi mismo. Si lo mismo debiera compartirlo con otra persona debería empezar con tener en cuenta el idioma, luego su grado de apegamiento a las formalidades, luego su jerga (no para imitarla si no para evitar caer en dobles sentidos poco fructuosos) y así sucesivamente.
Sin embargo esto en realidad no siempre es tan cierto.
Sucede (creo estar en lo cierto si digo que a todo el mundo) que hay personas con las cuales desarrollamos ciertas conexiones probablemente establecidas (antes de uno mismo darse realmente cuenta) por las conciencias de cada quién. Es como que durante las reuniones directivas para determinar cual es mi opinión sobre esa persona, antes de que esta opinión esté totalmente completa, mi conciencia analizando los datos reconoce que adentro suyo, está actuando una conciencia similar. Más allá de que los recuerdos sean otros, de que ciertas opiniones difieran y de que, quizás, no coincidan exactamente todas las ideologías… Hay ahí detrás una forma de interpretar las cosas que desvela principios comunes.
En estos casos, muy aislados, se empieza de a poco a establecer un puente entre las dos mentes que sobrepasa uno o más comités de censura para permitir, de alguna manera, un intercambio de opiniones muy rápido y más efectivo ya que, manejando ambos la misma terminología y cargándola de los mismos significados, se puede saltear la engorrosa etapa de “decoración” (que muchas veces, a pesar de todo, lleva a tener que aclarar aún más cosas). Esto permite conformar reuniones “extraterritoriales” en donde se juntan las dos conciencias y ambos grupos de guardianes, custodios, administradores y neuronas (si bien las mías nada más son que 8).

Estas reuniones con el exterior (me gusta imaginármelo como una videoconferencia), por más que la conexión sea directa (y tomando acto de que aún no he desarrollado tecnología USB), solo pueden darse a través del medio oral; es decir a través del dialogo entre la otra persona y yo. Eso implica llevar al mundo exterior, por cierto momento, muchos pensamientos que no corresponden al plano de las opiniones pero que si intervienen en las reuniones administrativas. Es autoevidente que es preferible que no haya terceros en el recinto mientras este tipo de cosas suceden ya que, de ser una persona que no está adecuadamente preparada, caería con excesiva facilidad en el error de interpretar las palabras con su significado literal cuando entre los dos dialogantes se convino cargar cada palabra con un sentido superior (también gracias a conversaciones y conclusiones anteriores) dándoles a estas la capacidad de remitir a conceptos exhaustivamente analizados y compartidos.




Algunas Reflexiones



Al CaponeAhora. ¿Qué pasa en aquellas “conferencias” en que todo el comité de censura ha sido aniquilado por completo?


Es el caso de dos personas cuya simbiosis ha llegado a tal punto que no solo ya no existe comité de censura (es decir que los pensamientos se comunican tal cual fueron formulados) si no que muchas veces, la confianza en la asamblea ajena es tanta, que la videoconferencia ya no es entre las dos conciencias con sus respectivos consejeros si no que se permite directamente una comunicación abierta entre ambos salones del caos.. Es decir que de alguna forma empiezan a entrar en contacto sendos Tiranos ya que ambos individuos saben que la conciencia del otro va a saber encontrar cual de esos pensamientos aleatorios y nefastos son los que, tomados como anécdota, permanecerán en el salón del caos y cuales, tomados en serio, entrarán a formar (o ya formaban) parte de las opiniones verdaderas de cada quién.
El funcionamiento administrativo del intercambio y creación de pensamientos y luego de la formación de opiniones en el caso de unión entre salones del caos es bastante complicado más allá del hecho que se requiere un intermediario (la comunicación oral). Por ejemplo también desde el punto de vista de las asambleas (que a veces se dan separadamente en ambas mentes y en otras ocasiones entran en contacto) hay toda una serie de reglas que es inútil especificar.

Me enfocaría sin embargo al tema de la inevitable necesidad de desnudar, frente a la realidad física de los dos individuos, lo que ocurre en el salón del caos.

¿Qué pasa si parte de las conversaciones se dieran por medio escrito y por ende quedase impreso y materializado un registro de algo que debería ser tan etéreo (o más) que el mismo aire como por ejemplo un pensamiento de los del salón?

Es el mismo caso de un diario secreto. Me imagino yo que éste cumpla el mismo rol del depósito del subsuelo de no ser que quién escriba dicho diario sea lo suficientemente superficial como para escribir una crónica de lo que le pasó en el día sin ahondar en opiniones personales sobre los hechos y en este caso sería una traslación del depósito de recuerdos más que de pensamientos. También es cierto que en un diario uno suele trasladar más datos de la sala de las opiniones que otra cosa.
Sin embargo, en el caso de las conversaciones, no hay manera de que no sea de la primera forma: una huella negra, sucia, cómica, maravillosamente sincera de lo que ocurre en las zonas más recónditas de los dos cerebros de personas en simbiosis (como lo es seguramente el caso de dos mejores amigos).

De alguna forma (no muy difícil de imaginar) este registro sería la materialización física y tangible de una parte del salón del caos. Y si algo todavía te acuerdas, lector, lo dicho en los primeros renglones de este largo relato (por más que dude que hayas llegado hasta acá), nadie quisiera entrar en dicho salón. No solo por un tema de peligrosidad anímica, si no que, habiendo anulado el comité de censura a la hora de transmitir dichos pensamientos, las palabras mismas mantienen un nivel de crudeza que jamás podrás interpretar.
Son palabras que me permito usar porque no necesito explicármelas y que no vas a entender porque no están explicadas.


En la foto: inevitablemente Nacho (Le_Nai). Aquel gracias al cual se ha producido un largo registro de lo que ocurre en mi salón del caos. No por nada uno de mis mejores amigos.




Dedicatoria



Dedicatoria


Como concluía en el capitulo anterior, las palabras que circunstancialmente quedan grabadas, en lo que, más que una conversación, ya es un registro de los rastros dejados por los pensamientos nacidos en el salón del caos, no necesitan ser explicadas en ese contexto.


oh pobre de ti en leerlas e interpretarlas sin saber nada de mi
oh inconciente, en tomarlas en serio y solamente por lo que dicen

Debe doler.

oh, pobre imbécil en tomarte el lujo de juzgarlas
Hay que ser muy estúpidos para pensar que esos pensamientos, interpretados a tu manera, son reflejo de lo que pienso

Oh, pobre, te debes sentir muy inteligente en haber descubierto al Tirano.. Debe ser muy satisfactorio lograr aprovecharse de la confianza de una persona que hasta ayer te dejaba las llaves de su casa... Que astucia la tuya indagar entre sus cosas y encontrar los registros de las conversaciones. La huella tangible del salón del caos.

Oh, pobre necia en pensar que podrías entender lo escrito... Palabras que por cierto jamás voy a explicarte, ya que no lo merecés.

Quedate con el significado que le quisiste dar, pensá lo que quieras, sinceramente no me importa.




oh, descarada, me das lástima.



No mucho más que eso.


Leo




Créditos



El texto que acabas de terminar de leer fue parcialmente inspirado (más allá de los sucesos que impulsaron su redacción) por uno de los capítulos del libro “Cartas Laureadas” cuyo autor es mi estimado amigo y artista Carlos Ramón (quién aparece en la foto*) el cual, seguramente, habrá influenciado indirectamente muchas otras partes del mismo (texto).


Agradecido,





Firma


*foto: si no me equivoco la saqué el mismo día en que lo conocí.

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Si lees algo y lo vas a leer hasta el final y/o si te sirvió de algo una vez leído lo que escribí, o transcribí, o traduje (para bien o para mal) sería muy bueno si dejaras tu huella entre los comentarios... aun que sea nada más que tu nombre, tu país de origen y/o posiblemente una página que tengas (ya sea blog, flickr, fotolog etc..). Todo lo de más (como opiniones, especificación de "para que me sirvió esto" y de más detalles que creas relevantes) será bienvenido, pero con lo antedicho yo ya me conformo.

Muchas Gracias! (:
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